Se casó con Isabel de Castilla, lo que provocó una guerra civil en Castilla entre los partidarios de Isabel y los de Juana la Beltraneja. Acabada la contienda en 1479, reinaron conjuntamente Isabel y Fernando, «los Reyes Católicos», quienes conquistaron el último reducto musulmán en la Península Ibérica con la toma de Granada en 1492.
Fernando colaboró de una forma activa con Isabel en todos los asuntos referentes a Castilla, además de los de Aragón y la política exterior. Ambos trabajaron juntos para unificar sus dominios y fomentar su desarrollo. En 1476 organizaron la Santa Hermandad, una institución que tenía su propia milicia, dedicada a proteger la población rural de los bandoleros y guardar el orden en los despoblados. En 1480 crearon la Inquisición, para imponer la unidad religiosa y reprimir cualquier disidencia. http://www.cervantesvirtual.com/historia/monarquia/catolicos.shtml
Unificación territorial
Comienzo del reinado.
Para reinar en Castilla, Isabel tuvo que vencer la oposición de una parte importante de la nobleza castellana, principalmente la alta nobleza, que prefería la alianza de Castilla con Portugal, por lo que se pusieron de parte de Juana, la Beltraneja, lo que acabó en un enfrentamiento armado.Tras la batalla del Toro (1476),las cortes reunidas en Madrigal de las Altas Torres proclaman reina a Isabel I.
Conquista de GranadaUna vez que Isabel se afirmó en el trono de Castilla, reanudó la conquista del reino nazarita de Granada. Aprovechando que dicho reino se encontraba en una crisis dinástica entre el sultán, su hermano el Zagal y su hijo Boabdil, comenzó la guerra por la conquista de Granada. Se distinguen varias fases:
(1469): Se casan los Reyes Católicos.
(1484 a 1487): Conquista de la parte occidental del reino. Boabdil firma un tratado con los Reyes, según el cual entregaría Granada a cambio de que le dieran un señorío en la zona oriental del reino.
(1488 a 1490): Empieza la conquista del oriente del reino. Se traslada la base de operaciones a Murcia. Durante esta etapa se rinde el Zagal.
(1490 a 1492): Se exige a Boabdil la entrega de Granada. Al enterarse el pueblo granadino de lo pactado, opone resistencia, que es respondida por los ejércitos de los Reyes. Al final Boabdil entrega Granada tras unas negociaciones secretas.
La victoria de esta guerra significó:
La aparición de un ejército estructurado y profesional, independiente de la nobleza, que estaría formado por los tercios reales.
La aportación de grandes recursos económicos.
El premio y apaciguamiento de ciertos sectores de la nobleza mediante el reparto de los territorios granadinos entre ellos.
Incorporación de las islas Canarias
La soberanía del archipiélago canario le fue concedida a Castilla por el Tratado de Alcaçovas (1479), que definía los territorios españoles y portugueses, aunque no se conseguiría someter totalmente a las islas hasta la conquista de Tenerife en 1496, con la llamada Paz de Los Realejos.
La conquista de NavarraNavarra estaba dividida a principios del siglo XVI en dos bandos: agramonteses y beamonteses, cada uno partidario de un rey distinto. En este enfrentamiento, los reyes de Navarra firmaron un tratado con el rey de Francia que ponía en peligro a España. Debido a que los reyes de Navarra fomentaron ciertas doctrinas religiosas que disgustaron al Papa, se dictó una bula de excomunión contra ellos.
En 1512 Fernando el Católico pidió permiso a Navarra —aliada natural de Francia (compréndase esto en el ambiente de continua rivalidad entre Aragón y Francia)— para que las tropas españolas pasaran por Navarra para atacar a Francia. La respuesta negativa por parte del rey navarro fue motivo suficiente para que Fernando el Católico ordenara al duque de Alba la ocupación de Navarra, mandando así ayuda a sus partidarios —los beamonteses— y, en menos de un año, la parte española del Reino de Navarra (la Alta Navarra) se incorporó a la Monarquía Católica. Sólo se encontró cierta resistencia en algunos puntos del sur; como anécdota cabría contar que Pamplona, la capital, cayó sólo en tres días.
Instituciones políticas
Reino de Castilla
Se remodeló el Consejo Real en las Cortes de Toledo de 1480, haciéndolo más estructurado y dividiéndolo en partes.
Se formó la Audiencia de Granada. Se produjo un aumento en la Hacienda castellana debido a los impuestos y a los señoríos procedentes del reparto del territorio nazarita.
Para controlar el bandolerismo en los caminos, y en general el hurto, se instituyó en 1476 la Santa Hermandad (precursora de la actual Guardia civil), que sería la primera policía estatal de Europa. En los municipios de señorío se instauraron los corregidores, la autoridad penetrante en el ámbito municipal.
Corona de Aragón
Apenas se modificó. Lo más importante fue el mayor poder que se dio a los lugartenientes de la zona y el establecimiento del sorteo electoral, consistente en sacar de una bolsa un papel con el candidato propuesto. Esta innovación permaneció por 30 años más, cuando el Rey muere, y este reinado queda en el olvido.
Política religiosa
El Papa Inocencio VIII concedió a los Reyes Católicos el derecho de Patronato sobre Granada y Canarias, lo que suponía el control del Estado en los asuntos religiosos.
Una bula del Papa Sixto IV en 1478 creó la Inquisición en Castilla para un control de la pureza de la fe. Ya que en Aragón existía desde 1248, de este modo la Inquisición española fue la única institución común para los dos reinos. Fue muy dura la etapa de Fray Tomás de Torquemada como Inquisidor General.
En 1492 se expulsó a los judíos —de gran poder económico— de España, produciéndose una crisis económica. Salieron de España unos dos tercios, convirtiéndose los demás. También se obligó a los musulmanes a convertirse al cristianismo —pasándose a llamar moriscos— o a abandonar España.
El resultado de esta acción de limpieza religiosa fue la creación de un país de religión cristiana y el comienzo de la identificación de patria y religión.
Se instituye la Embajada permanente de España ante el Papado, que es la primera embajada permanente del mundo y la primera vez que se emplea el nombre de España para un establecimiento oficial.
Economía y sociedad
La expulsión de los judíos supuso una gran pérdida económica para España.
Castilla era la potencia industrial y comercial más grande de la época y Aragón le seguía de cerca. La base económica estaba en la industria, la agricultura, la ganadería lanar y la exportación de materias primas. Para defender la riqueza que suponía la lana, los Reyes concedieron privilegios a la Mesta con la Ley de Defensa de las Cañadas de 1489, amenazadas por los agricultores. Se protegió a los artesanos por medio del comercio interno.
Social y económicamente se favoreció medianamente a la alta nobleza, que había aumentado su poder económico con los señoríos granadinos. Las Leyes de Toro de 1505 fortalecieron la institución del mayorazgo.
En Cataluña se solucionó el problema de los payeses de remensa con la Sentencia Arbitral de Guadalupe (1486), que suprimió los malos usos y obligó a los campesinos a pagar nuevos impuestos.
Política exterior
La política exterior agresiva y expansionista llevada a cabo por Fernando e Isabel fue posible gracias a una serie de factores:
La iniciativa diplomática de Fernando II de Aragón. Su propósito era conseguir los mejores acuerdos para su reino. Continúa la política tradicional de Aragón hacia el Mediterráneo con la vista puesta en Oriente, como lo demuestra su blasón (véase más abajo el apartado Blasones).
La eficiencia del ejército de la Corona al mando de Gonzalo Fernández de Córdoba, conocido como el Gran Capitán. Fernández de Córdoba organizó el ejército sobre una nueva unidad de combate, el tercio, o tercios reales, que supuso la creación del primer ejército moderno dependiente de la corona, prescindiendo de las mesnadas de los nobles.
La gran aportación de recursos económicos procedentes de la industria y del comercio de la lana y del trigo.
La política matrimonial de los reyes.
En 1502 heredan el título de Emperador y Autócrata de los Romanos.
Política matrimonial
La política de los Reyes Católicos incluyó también las alianzas por los matrimonios de sus hijos. Fueron éstos:
Isabel, casada con infante Alfonso de Portugal, y despues con Manuel I de Portugal, primo de su primer esposo.
Juan, casado con Margarita de Austria y muerto prematuramente (1497). Está enterrado en el monasterio de Santo Tomás de Ávila.
Juana (Juana la Loca), se casó con Felipe de Austria (Felipe el Hermoso), hijo del emperador Maximiliano I de Austria.
María, casada con Manuel de Portugal, su concuñado, al morir su hermana Isabel.
Catalina, se casó con el príncipe heredero de la Corona de Inglaterra, Arturo, y tras la prematura muerte de éste, con su hermano, el que más adelante sería Enrique VIII de Inglaterra.
En conclusión, ésta se orientó en la búsqueda de la alianza con Portugal y en la creación de una coalición opuesta a Francia que, aunque no había sido enemiga de Castilla, siempre había alegado pretensiones sobre ciertos territorios de la corona de Aragón, al declararase heredera del Imperio de Carlomagno.
La expansión por el Mediterráneo: Italia
El ejército de Carlos VIII se desplazó al sur de Italia, destronando a Alfonso II, rey de Nápoles y pariente de Fernando el Católico. En 1500 el nuevo rey de Francia Luis XII firmó con Fernando el Católico el Tratado de Granada para ocupar conjuntamente el reino de Nápoles. Fernando accedió y el rey de Nápoles, a la sazón Federico IV, fue destronado. Por el auxilio que pide el Papa, Fernando rodea Roma con sus tropas ante un posible ataque francés para destituir al Papa.
Sucesión